Cuida tu corazón

1. La dieta mediterránea es lo que tu corazón necesita.

Come frutas, verduras, pescado, carnes magras, legumbres y aceite de oliva. Combina estos alimentos y acompáñalos de frutos secos, además de preparar unos menús deliciosos disminuiremos el riesgo cardiovascular.

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2. Mantente activo.

El ejercicio físico moderado, como caminar 5 km o lo que es lo mismo una horita al día, mitiga el riesgo de sufrir accidentes cardiovasculares. Y si no dispones de ese tiempo, tampoco es excusa, evita el sedentarismo y cambia el coche por la bici o por ir andando siempre que puedas.

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3. Cuida tu bienestar emocional y ¡fuera los disgustos!

La tristeza, los enfados o incluso el exceso de euforia pueden desestabilizar hasta el corazón más sano. Así que evita en la medida de lo posible situaciones que te alteren, y si no tienes más remedio que enfrentarte a ellas, hazlo con serenidad, tratando de relativizar en todo momento. 

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4. Cuidar tu boca te ayuda a cuidar de tu corazón.

Cepillarse los dientes dos veces al día reduce el riesgo de infarto. El daño en las encías que puede provocar una higiene incorrecta está muy ligado a la arteriosclerosis.

Introducir estos pequeños cambios en nuestro estilo de vida te ayudará a mantener un corazón sano y feliz. Cuídalo, presume de él y sonríele a la vida.